domingo, 26 de noviembre de 2017

COMPRENDER PARA CONOCER. EL LÍDER COMPASIVO


“El mal que existe en el mundo casi siempre procede de la ignorancia y las buenas intenciones pueden dañar tanto como la malevolencia si carecen de comprensión” Albert Camus

Cristopher L. Kukk , en “The compassionate leader. How helping others fuels success”, plantea que para conseguir ser verdaderamente compasivos tras el primer paso: escuchar para aprender, que hemos comentado en una entrada anterior, tenemos que avanzar y pasar al segundo paso que es:

II.- COMPRENDER PARA CONOCER

Esta etapa se va a centrar en conectar todas las piezas de información que hemos ido recogiendo en la fase anterior en un todo que tenga sentido. Para ello deberemos prestar atención al modo en que las personas con las que estamos hablando ven el mundo que les rodea para conocer cuáles son las creencias y sentimientos que moldean su perspectiva de la realidad.

Comprender consiste en la búsqueda de un significado y éste puede cambiar al evolucionar las situaciones, al salir a la luz nueva información o si se introducen nuevos retos.

El autor recomienda tres habilidades para conseguir alcanzar una comprensión holística de un problema y para que sepamos qué debemos hacer y no hacer para resolverlo de forma eficaz. Éstas son:

1.- Reconocer los mapas mentales de las personas a las que tratamos de ayudar.

2.- Desarrollar nuestra inteligencia emocional para fortalecer nuestra comprensión.

3.- Realizar conexiones entre personas, hechos e ideas para poder contemplar un problema con claridad y en su totalidad.

1.- RECONOCER LOS PATRONES MENTALES DE LAS PERSONAS A LAS QUE TRATAMOS DE AYUDAR. Descubrir la forma en la que las personas enmarcan sus conocimientos y cómo responden a la información que reciben es el primer paso para comprender para conocer.

Reconocer el patrón mental de nuestro interlocutor es importante al comienzo de una conversación es importante porque nos va a permitir comunicarnos mejor al adaptar nuestro enfoque a su mentalidad. Se mostrarán más receptivos a nuestras sugerencias y preguntas si enmarcamos nuestras ideas de forma que encajen con su forma de ver el mundo.

Kukk clasifica a las personas según su reacción ante el aprendizaje como:

a).- “Astronautas del conocimiento”. Son aquellos que adoran aprender cosas nuevas, sin temer los cambios que la nueva información puede traer. Carol Dweck  considera que tienen un “patrón mental de crecimiento”. Se caracterizan por:

·         Admitir que no conocen algo.

·         Hacer preguntas tipo: “¿Qué quieres decir cuando dices…..?”

No contemplar la vida desde la perspectiva blanco o negro y se sienten cómodos en las zonas grises de la vida en las que no existe un solo modo de vivir o exclusivamente dos caras de un argumento.

·         Abrazar la idea de que no existe una frontera final para el conocimiento y deciden explorar todas sus posibilidades.

La forma de ayudarles es haciendo preguntas.

b).- Personas que se sienten amenazadas ante los nuevos conocimientos. Carol Dweck considera que tienen un patrón mental “fijo”. Creen que ya poseen saben todo lo que necesitan saber y tratan a los nuevos conocimientos como un boxeador considera a  un adversario: tienen que noquearlos.  Las nuevas informaciones no solo pueden contribuir a debilitar su comprensión de un problema sino que piensan que les va a hacer que parezcan fracasados. Se pueden identificar porque:

·         Temen admitir que no saben algo que necesitan saber.

·         Suelen hacer la siguiente pregunta: ¿Qué tiene que ver esto con lo que estamos hablando?

·         Al enfrentarse a una idea o perspectiva que se opone a la suya intentan distanciarse de ella diciendo que eso no tiene nada que ver con ellos porque…..

·         Tienden a contemplar la vida desde la perspectiva blanco o negro y no consideran las áreas grises.

·         Intentan evitar la complejidad.

·         Creen que la única alternativa es la suya.

La forma de ayudarles y de conseguir que sean capaces de contemplar distintas alternativas es conseguir que cada nueva idea se convierta en parte de su marco mental de comprensión. Cada persona tiene un marco mental estándar al que recurren cuando evalúan opciones y toman decisiones. Si tenemos claro cuál es esa perspectiva estándar seremos capaces de adaptar nuestra ayuda para que sea bien recibida.

c).- Personas que se bloquean ante la nueva información. Cuando se enfrentan a ideas y datos nuevos se sienten sobrepasadas e inseguras y no saben cómo utilizar la nueva información.  Se pueden identificar porque:

·         Se mantienen apartados y callados y no participan en la conversación.

·         No hacen preguntas y prefieren que los demás tomen las decisiones por ellos.

·         No saben si absorber u oponerse a la información que acaban de recibir por lo que la ignoran y pretenden que no existe.

·         Tienen dificultades para ver las cosas en términos de blanco, negro o gris porque todo lo ven borroso ya que todo es demasiado complejo como para que sean capaces de manejarlo.

·         Abordan los problemas cotidianos pensando que los deben “congelar” y que así desaparecerán.

Si queremos ayudarles debemos procurar que se incremente su autoestima y como tienden a paralizarse en el momento debemos procurar que se vayan moviendo hacia la búsqueda de una solución para su problema. Tenemos que hacerlo de forma sutil para que no se den cuenta de lo que intentamos hacer para que no cuestionen nuestra sinceridad si lo averiguan. Una forma de hacerlo es halagarles con ejemplos específicos del tipo: “Demostraste unas excelentes habilidades para el pensamiento crítico en la reunión de la semana pasada”. Podemos recordar situaciones en las que superaron obstáculos y ayudarles a que se muevan hacia delante mostrándoles un camino para abordar su problema, centrándonos en sus fortalezas.

Identificar a qué grupo de los expuestos pertenecemos es tan importante como reconocer el de la persona a la que queremos ayudar, ya que juega un papel fundamental en la determinación de la información que vamos a recoger y cómo la  vamos a enmarcar. Normalmente vamos a oscilar entre los tres dependiendo del tema y de la emoción que experimentamos.

2.- DESARROLLAR NUESTRA INTELIGENCIA EMOCIONAL PARA FORTALECER NUESTRA COMPRENSIÓN. Ser conscientes de nuestras emociones y de las de los demás es esencial para ser verdaderamente compasivos. No podemos comprender a las personas si no sabemos cuál es su respuesta emocional ante un problema, ya que sus emociones van a filtrar la forma en la que perciben la situación en la que se encuentran. Si intentamos entender las emociones y sentimientos de los demás sobre un hecho llegaremos a conocerles mejor. Desarrollar nuestra inteligencia emocional es, pues, clave para incrementar nuestra capacidad de comprender para conocer.

En su libro “Working with emotional intelligence” Daniel Goleman define la inteligencia emocional como la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y de los demás, de motivarnos a nosotros mismos y de gestionar nuestras emociones bien con respecto a nosotros mismos y a nuestras relaciones.

Kukk plantea que es importante distinguir entre emociones y sentimientos para poder desarrollar y manejar correctamente nuestras habilidades de inteligencia emocional.

Las emociones originan los sentimientos, son reacciones físicas, instintivas que surgen en las regiones subcorticales del cerebro y crean reacciones bioquímicas en nuestro cuerpo  que ocasionan cambios físicos que pueden ser medidas, por ejemplo,  a través de la actividad mental y observadas a través de las miecroexpresiones. Las emociones generan los sentimientos.

Los sentimientos son las reacciones mentales que tenemos después de experimentar emociones y se originan  en las regiones neocorticales del cerebro. Son el resultado de que el cerebro asigna significados a las emociones utilizando nuestras creencias personales, temperamento, memorias y experiencias para definirlas. Cada sentimiento es una interpretación subjetiva de una emoción y es difícil medirlo.

Tener inteligencia emocional significa que somos capaces de gestionar nuestras emociones y sentimientos de forma que sean positivos y constructivos a la hora de hacer juicios y actuar. Aunque las emociones generan sentimientos, éstos pueden influir en las emociones formando un círculo inacabable de interacción. En este círculo es dónde nuestro pensamiento consciente sobre nuestros sentimientos juega un papel importante en la determinación de si simplemente vamos a reaccionar o vamos a responder conscientemente ante cualquier problema o situación. Cuando reaccionamos estamos actuando instintivamente con nuestras emociones y cuando respondemos estamos realizando la elección consciente de actuar de una forma particular basada más en nuestros sentimientos. Si queremos controlar nuestro comportamiento deberemos gestionar la interacción entre las emociones y los sentimientos  porque la conducta nace de esa interacción. Podemos gestionarla reflexionando sobre el problema, sobre nuestros sentimientos y nuestro comportamiento. Dedicando un momento para pensar en lo que sentimos conseguimos que nuestra conducta sea un acto reflexivo y no instintivo.

Comprender, por tanto, es más que la simple combinación  de ideas, información y conocimiento. Implica unir todas estas piezas a través del significado y la emoción.

Para desarrollar la inteligencia emocional el autor recomienda centrarnos en las 5 áreas que Goleman identifica en su definición:

a).- Reconocer nuestras emociones y sentimientos.

b).- Gestionar nuestras emociones y sentimientos reflexionando en lo que sentimos y cómo nos afecta y redireccionando nuestros sentimientos sobre las emociones  de forma que resulten en un comportamiento positivo y no negativo.

c).- Motivarnos a nosotros mismos para alcanzar el autocontrol y actuar con resiliencia.

d).- Gestionar las relaciones  para que sean armoniosas.

e).- Reconocer e identificar los sentimientos y emociones de los demás.

3.- REALIZAR CONEXIONES ENTRE PERSONAS, HECHOS E IDEAS PARA PODER CONTEMPLAR UN PROBLEMA CON CLARIDAD Y EN SU TOTALIDAD. Nuestra habilidad para comprender también va a depender de nuestra capacidad para desarrollar conexiones entre hechos, ideas y personas.

Nuestra comprensión de un problema o situación cambia dependiendo de las conexiones que realizamos entre hechos e ideas. En ocasiones la forma más eficaz de entender un problema consiste en conectar hechos e ideas cuya combinación parece contradictoria, como puede ser calmar los nervios mediante un shock al sistema nervioso. Otra alternativa es la que defiende la paradoja de Parrondo  cuando muestra que podemos combinar dos ideas que se pueden considerar perdedoras para crear una que resulta ganadora. El ejemplo más nombrado de esta última es la forma en la que la combinación de  los gorriones y los insectos ayuda a que los cultivos crezcan. La paradoja consiste en  que aunque los gorriones y los insectos independientemente pueden devorar una cosecha entera, su combinación crea un equilibrio ecológico que produce cultivos sanos. La paradoja de Parrondo demuestra que cuando dejamos a un lado ideas que podemos considerar perdedoras estamos desperdiciando posible caminos de éxito.

Para ser compasivos  debemos contar con redes de conexiones sociales. La interacción con diversos grupos de personas nos abre a nuevas formas de comprensión. Nuestro éxito en crear estas redes sociales que van a incrementar nuestra capacidad de comprensión va a depender de cómo respondemos a la pregunta de si nos acercamos a las personas o tendemos a apartarnos de ellas. Cuanto más diversas sean nuestras relaciones más amplia y holística es nuestra comprensión.

Otro fenómeno asociado con las conexiones es el “Efecto Medici” por el que grupos diversos de personas y perspectivas multidisciplinarias y conocimientos confluyen para producir ideas y conceptos innovadores.

Las redes sociales pueden ayudarnos a fortalecer nuestra comprensión  al incrementar:

a).- La diversidad. Contar con una red formada por numerosos y variados contactos ofrece una multitud de perspectivas e ideas a considerar para resolver un problema.

b).- La confianza. Cuanto más se utilice la red de forma constructiva mayor confianza se genera entre sus miembros, con lo que éstos comparten más información porque sienten que no van a ser traicionados y la comprensión aumenta.

c).- Las preguntas que nos hacemos. Una red social diversa hace que pensemos en cuestiones en las que no habíamos pensado previamente. Nuevas formas de plantear un problema nos ofrecen nuevas formas potenciales de entenderlos.


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